
Si estamos en Bachillerato es porque hemos decidido que nuestro trabajo va a ser estudiar, al menos durante seis o siete años.
Y como en todo trabajo, no basta con hacer las cosas, hay que hacerlas bien. Sobre todo porque estudiar mal, además de agotador, puede resultar muy frustrante al dedicar un tiempo y un esfuerzo que no se ve compensado por los resultados obtenidos.
Por eso, lo primero conviene saber cómo aprendemos, cómo funciona nuestro cerebro para «aprender a aprender». Aquí tenéis la presentación que vimos en tutoría, ampliada con más explicaciones, en formato PDF.
Además, ésta es una amplia guía de técnicas de estudio titulada «Hackea tu aprendizaje«, que nos dará pautas y trucos para sacarle el máximo rendimiento a esa computadora biológica que tenemos en nuestra cabeza.
Sí, todo esto está muy bien, pero… hay que ver cuánto cuesta ponerse a estudiar, ¿verdad?
Bueno, pues para que nos cueste menos hay que crear unos hábitos de estudio efectivos; cuando estamos habituados a hacer algo, nos sale mecánicamente y nos cuesta mucho menos empezar. Y ya se sabe: «dar el primer paso es andar la mitad del camino».